Poema: Realidad de Fuego

Realidad de Fuego
Por Juan Fernández

Arde sin cesar la leña seca en la hoguera,
las rancias cenizas de fuegos pasados
amortizan la caída de las nuevas.
 
En el pesado silencio de la noche puedo escuchar
el suave cuchichear de la vieja chimenea,
como pequeñas sonrisas de una hiena.
 
Parecen interminables los senderos recorridos
tras difuntos sueños, inalcanzables e inciertos.
¿Cómo, si esta ciudad nunca duerme,
mi gente aún vive de tantos sueños?
 
Ayer regresó el encargado y removió los palos viejos,
dijo en voz muy baja que solo sirven para eso.
El tiempo de los jóvenes no está lejos,
al final, serán consumidos de la misma manera.
 
Reúso convertirme en ceniza de un fuego sempiterno.
Mientras me carbonizo gritaré que no quiero,
seré fajina para encender un fuego que construya algo nuevo.
El fuego de esta ciudad lentamente recicla hasta el pensamiento.
 
¿Cómo le digo a los demás troncos que despierten?