Olor a Café: Recuerdos y Realidades


Hoy me despertó el olor del café de mi puericia, recordando las madrugadas cuando mi abuela colaba café en granos al pie de mi camastro, separado del colador por una vieja cortina, en el último cuarto de nuestra humilde casita, en las afueras de Santiago. Olores matutinos que corrían por el aire, como si fueran atletas, mezcla de recuerdos de palabras sabias, en oraciones sencillas, que se arropan contigo hoy, en las sábanas frías segundos antes de despertar, para enfrentar los tejidos de mis procelosos días. 

Los rayitos de sol que penetraban por algunos orificios del techado de zinc, quemaban, en besos amarillentos, mi rostro, en su cálido toque me daban los buenos días. La noche no le robaba un minuto al despertar de mis días y las sábanas no me detenían, el mundo era mi jardín y en él jugaba con mi presente, pasado y futuro. Infancia que solo sabía de sonrisas.

Hoy aseveró mi realidad, como cuando te carbonizan las manos, el sonido de un carro de policía que se llevaba, en su desespero, el silencio amarrado de su parabrisas, despojando notas de una orquesta de murmullos y pesadillas. ¡Sabe Dios a que ángel cristianizarán hoy como demonio! 

Empujo mis pies, arrastrándolos, como sin vida, desde la cama cálida al agua fría, los minutos impulsando discordias, las horas esperando progresos, con ellas se me van los recuerdos, un millar de pensamientos invaden mi clarividencia y me hacen nigromante de mi entorno, evocador de mis ancestros. Salgo a enfrentar el mundo y en un respiro, con una taza de café en mis manos, al salir de la puerta, arreglo el planeta. ¡Puff! Como un mago. Las riñas las convierto en abrazos y las balas en pétalos de flores, todo con una sonrisa.

Yo no sé cómo tu vives, pero yo cambio todo lo que toco, con el clave de mis pensamientos positivos, las rosas de mis sonrisas y el jazmín de mis besos. Hoy el mundo amaneció al revés, yo vivo para asegurar que no deje de girar. Algunos días lo logro, otros me enseñan que no puedo, todos me hacen crecer, pero ninguno me puedo parar.

Yo quiero hacer lo que me toca hacer, cuando me toca hacerlo.

Cuestiónalo todo, pero no dejes de accionar.

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