Cómo Escojo Mis Líderes

Por Juan Fernández

Según pasan los años, y la vida va agregando pequeñas colaboraciones de capacidad y sabiduría a la masa encefálica que retengo en la testa, he notado que se me hace más fácil tomar ciertas decisiones; una de ellas es escoger mis líderes, las personas a quien seguir. También a quienes no.

Como ingeniero no puedo evitar caer en el uso/creación de procedimientos; para nosotros el procedimiento (el método) es todo, el individuo puede errar, pero si el método falla todo se desploma.

Estas son las preguntas básicas que me hago para escoger mis líderes:

¿Es honesto/a?

Nuestros líderes locales invierten una cantidad enorme en discursos y ponencias públicas, para mí, cada palabra es una promesa, al ganar los mido con la vara que ellos mismo trazaron con sus palabras.

¿Hace lo que dice que va a hacer? (¿cumple sus promesas?)

Esto es similar al punto anterior, pero con un tiempo mejor delineado. “Te llamo mañana”, si no lo hace, pierde un punto conmigo…mejor fuera que me dijera: “Te llamo cuando tenga una oportunidad, quizás para el fin de semana”, si me llama antes, gana un punto conmigo.

¿Se dirige a los demás con respeto, dignidad y consideración?

Este punto no requiere explicación, muchos de nuestros líderes olvidan que llegaron a las posiciones que tienen parados sobre las cabezas de muchos otros, yo creo en los lideres que entienden que no son más que una representación del todo y que respetan a sus subordinados, no solo a sus superiores.

¿Es cauto/a?

Si un político o líder no entiende la necesidad de tomar tiempo para hacer las cosas y no mide dos veces antes de cortar, entonces no puede dirigirme ni a los que me acompañan en esta lucha por ser mejor. La moderación, el recato, la circunspección son los pilares de un buen cabecilla, yo no quiero caminar por la vida sin un parámetro a seguir, pero el que va trillando delante tiene que ser un modelo para los demás.

¿Mide las repercusiones y ramificaciones de sus decisiones?

Esta habilidad es quizás la más difícil de observar, muchas veces cuando nos damos cuenta de las dificultades de algunos líderes, estos ya nos han hundido con ellos. Quiero seguir mentores que tengan visión, que luchen por alcanzar metas predecibles, que puedan planificar y medir los resultados antes de dar un paso.

¿Muestra control en situaciones de estrés o complicaciones?

En mis años he visto un poco de todo; peleas, sillazos, muertes, insultos, soberbia, arrogancia, de todo los bueno y malo bajo el sol, pero el político, el buen líder, sabe mantener el control absoluto de sus emociones.

¿Inspira a los demás a ser mejores?

Esta habilidad es lo que marca la diferencia entre un dirigente y un líder. MLK, Jr no dijo “Yo tengo Un Plan”…dijo; “Yo tengo Un Sueño…” Los líderes inspiran a todos a ser mejor, a hacer lo que tienen que hacer cuando deben hacerlo, no porque ellos lo demandan, sino porque entienden la causa.

Esta lista puede ser enorme, puedo pensar en 5 razones más;

• ¿Trabaja arduamente en la creación de líderes, no seguidores?
• ¿Tiene la capacidad de admitir sus errores y trabajar para mejorarlos?
• ¿Se enfoca en los logros del equipo en vez de sus propios logros (modestia) ¿
• ¿Trabaja bien en equipo?
• ¿Defiende una causa?

Para mí, un líder no una persona común, es una persona que siendo como los demás, asume responsabilidades, mantiene el enfoque en las metas a seguir, inspira a los demás a ser mejores y es medido. Todo ser humano tiene el potencial de ser un gran líder, serlo es una opción trazada por nuestro comportamiento y nuestra entrega a los demás.

En República Dominicana tenemos la dicha de poseer grandes líderes modernos como Danilo Medina y Leonel Fernández, cuando me pregunto porque los sigo, la respuesta es sencilla…Son líderes porque han demostrado sus capacidades, porque han sabido dirigir, porque se preocupan por su gente.

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