Por Juan Fernández
Para la mujer que me permite verla sus sueños.Respiras por las noches
el respiro de los ángeles,
como las notas de una delicada canción
al inicio de una sonata.
El aire que respiras lo respiro prestado
y lo puedo tocar, nota por nota,
como la melodía de una expresión,
como si el aire que respiras.
Son las huellas de tus pechos
cánticos celestiales de cientos de voces divinas
y puedo escucharlas en el silencio de esta noche,
como las gotas del rocío, o lágrimas de una sonrisa.
Puedo hacer de tu vida un sueño que no termine
o puedo hacer de tus sueños la vida por la que vives.
Respiras por las noches la tranquilidad
que con amor hemos construido.
Este aire tuyo y mío,
construido como hojas de un árbol de verano
o los pétalos de una flor en primavera.
Simplemente sigue respirando
y véndeme un día más de la razón por la que vivimos.
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