Los demás, inútiles, fastuosos cómplices del destino, tratando de hacer socavones en mi voluntad y mi alma, igual que hormigas en el pan de mis ilusiones, sus acciones amasando despedidas. Despacio fui aprendiendo a sembrar en ellos mis semillas. Asimilé como extender en sus huecos mis raíces y crear la base de mi avenencia. Diminutos cambios que producen las enormes permutas de mi savia.
Ellos bailando en sus lunas, tratando, sin éxito, de eclipsar mi planeta, nunca pudieron entender que los soles son los centros de sus propios universos. Nébulas infinitas de galaxias entrelazadas, unidas por materia oscura super complicadas, alimentadas por cada una de mis supernovas calcinantes. Son ellos cometas que se arrastran destronados, meteoros de un millar de lamentos, yo, con mis mundos, me mantengo enfocado en un norte por el bien, sencillamente, de los nuestros.
Caminaron por senderos de roña, cavilaron que eran míos, se equivocan y se pierden, en la mugre, los gusanos, abalando ellos en sus errores, mi camino, y mis pasos trillaron mis propias líneas, haciendo lo justo, asfaltando la vía, marcando en calzadas de necrópolis perdidas, las malas decisiones de muchos que se llamaban amigos. Mís viejos sinsabores, todos enterrados con cruces de mi propio tallado. Lágrimas de un pasado triste, buscando crear sonrisas donde otros crean lamentos en un valle de miradas perdidas.
Nada debe violentar el enfoque de los ecuánimes, ni hacer llorar a los auténticos, ni hacer temblar la certeza de los razonables, todos deben apuntar a una sola vía. No soy yo, no, ni son mis pasos para cumplir algún final, es la siembra perpetua de los ideales, las metas comunes, el sueño entrañable de mis compueblanos.
Quizás no vea el día donde la siembra produzca los frutos, pero lo disfrutaré, aun este muerto, en mis hijos, o en sus proles, o en las obras de sus hijos…pero mi fin tendrá sus frutos, siempre y cuando pueda lograr que mis raíces crezcan en los hoyos de mi alma que producen mis rivales, ayudándome a crear hortalizas en mi regia labranza.
Soy yo y mis raíces.
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