El Amor


El amor no germina en el corazón, es imposible, el corazón es un músculo, transcendental, si, pero sólo un músculo, incapaz de engendrar emociones, ni sentimientos. Este concepto es vetusto, de los tiempos donde no entendíamos bien nuestros cuerpos. Hoy sabemos que el reconcomio profundo del amor nace en el cerebro; en la ínsula y en el cuerpo estriado (striatum). Dos áreas del cerebro dedicados a convertirnos en pura deyección.

En mis cortos añitos, he podido experimentar el amor de muchas formas; el insuperable amor a los hijos, el de amigos, el que te hace enérgico, el que te confunde, el que te nubla, el que te deja tonto, loco y ciego…y desde luego, el más malvado, el que te vuelve una mierda. Todos productos de un cerebro que parece entender que, arrastrándonos por el piso, nos hace más fuertes.

Entre la ciencia y los poetas, la humanidad a dedicado más tinta y papel a este tópico que a todos los demás, irónicamente, quizás el segundo tópico es la guerra, lo cual nos hace, también, ser unos mierdas. Parecería que estamos destinados a eso, a sobrenadar en nuestros propios excrementos.

Cuando aceptamos nuestra realidad, que no importa lo que hagamos el amor va hacer de nosotros lo que quiera, cuando entendemos que sin importar de donde nazca, el amor nos dirige, nos da metas, nos saca los ojos para que podamos ver, entonces, en ese momento, nunca antes, se nos caen los límites y nos nacen alas, crecemos espiritualmente y nos convertimos en seres universales, aprendemos a sentir sin términos, a ver sin fondo y en ese momento, sin planificarlo, nos nace la vida.

Tú, quien lees este escrito, lo recibiste porque eres parte de algo especial, algo más grande que el producto de la oxitocina, algo más grande que nosotros dos, si has dejado que el amor guie tus pasos, entonces encuéntrame en el lugar donde sólo viven los dioses, en las nubes sentimentales que protegen el planeta y formula la paz.

Eres un ser de amor, eres más que células entrelazadas y miles de millones de bacterias, naciste de un ser de amor, del vientre de una diosa, heredaste un universo que flota en la materia negra y bella del amor. Eres la creación perfecta de Dios, o mutaste de las amebas, sin no crees en eso, pero estas aquí porque eres alguien, porque te necesitamos, porque cumples con un rol en este mundo ínfimo de emociones. 

¡Tú eres amor!

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