Por Juan Fernández
En el siglo XVII, los holandeses, que habían colonizado la isla de Mannattan, (hoy Manhattan en Nueva York), bajo el temor de una invasión de los indios que ocupaban el norte de la isla, (hoy Washington Heights), o los ingleses, que estaban en guerra con Holanda en Europa, decidieron encerrarse detrás de una muralla protectora, esta “pared” se convirtió en la razón del porque perdieron la isla; la misma pared que debía protegerlos, los atrapó en la punta sur de la isla y la invasión, que llegó por mar, les impidió huir del aterrador ataque. Los ingleses capturaron la colonia y el resto es historia. Hoy hablamos inglés.
Con el tiempo, donde estaba la pared se convirtió en una calle y hoy es la famosa “Wall Street”. En ocasiones construimos murallas protectoras que nos convierten en objetivos fáciles de derrotar; perdemos la movilidad y nuestra protección se convierte en una prisión.
Mientras nos preocupamos en el fortalecimiento de líderes, de individuos, creamos murallas de contención contra nuestros propios potenciales aliados, internos y externos, esto crea debilidades que pueden ser fácilmente atacadas, o quedamos atrapados detrás de las imprudencias que cometemos. El partido es la única garantía de que vamos a mantenernos dirigiendo los destinos del país, no Danilo ni Leonel, nuestros líderes son pasajeros, los partidos que han basado su futuro en individuos perecen cuando pierden sus líderes. No podemos ser una fábrica de sólo dos presidentes, para ser fabrica, yo diría, necesitamos producir, por lo menos, diez.
Hoy Danilo y Leonel son nuestras columnas más fuertes, pilares de la herencia del Profesor Juan Bosch, yo apoyo a Leonel, pero más apoyo a mi partido, si Leonel decide retirar su candidatura, yo voy a apoyar a quien él apoye. 100% entregado a mi partido. Los adversarios, y con ellos, los cientos de medios públicos pagados, apuestan a que esta propuesta de modificar la constitución para apoyar la reelección de Danilo, será la razón de la división del PLD, y eso simplemente no puede ser así, somos una organización capaz de ajustarnos a las necesidades del momento.
La herramienta es el PLD, ambos, Danilo y Leonel, deben continuar buscando la fortaleza de sus columnas, pero sin olvidar que no quemamos los puentes después que cruza el rio, necesitamos que ambos inviertan parte de su tiempo en la preservación del partido. Sin el PLD no somos gobierno
Que no quepan dudas en la mente de nuestros valiosos compañeros y compañeras, y mucho menos en las mentes de nuestros adversarios, el PLD es una fuerza monolítica incontenible, nuestro respeto a la democracia nos permite enfrentarnos en proyectos presidenciables internos que se unifican en un equipo diversificado cuando tenemos que correr una campaña nacional. Y en la diversidad encontramos todo lo que necesitamos para triunfar.
El PLD es un partido de muchos líderes, de muchos proyectos, en el 2016 verán una nueva alianza de fuerzas compactas y sólidas, luchando hombro con hombro por nuestros líderes, nuestros organismos, nuestro partido y nuestro país.
¡Hasta la victoria compañeros!
En el siglo XVII, los holandeses, que habían colonizado la isla de Mannattan, (hoy Manhattan en Nueva York), bajo el temor de una invasión de los indios que ocupaban el norte de la isla, (hoy Washington Heights), o los ingleses, que estaban en guerra con Holanda en Europa, decidieron encerrarse detrás de una muralla protectora, esta “pared” se convirtió en la razón del porque perdieron la isla; la misma pared que debía protegerlos, los atrapó en la punta sur de la isla y la invasión, que llegó por mar, les impidió huir del aterrador ataque. Los ingleses capturaron la colonia y el resto es historia. Hoy hablamos inglés.
Con el tiempo, donde estaba la pared se convirtió en una calle y hoy es la famosa “Wall Street”. En ocasiones construimos murallas protectoras que nos convierten en objetivos fáciles de derrotar; perdemos la movilidad y nuestra protección se convierte en una prisión.
Mientras nos preocupamos en el fortalecimiento de líderes, de individuos, creamos murallas de contención contra nuestros propios potenciales aliados, internos y externos, esto crea debilidades que pueden ser fácilmente atacadas, o quedamos atrapados detrás de las imprudencias que cometemos. El partido es la única garantía de que vamos a mantenernos dirigiendo los destinos del país, no Danilo ni Leonel, nuestros líderes son pasajeros, los partidos que han basado su futuro en individuos perecen cuando pierden sus líderes. No podemos ser una fábrica de sólo dos presidentes, para ser fabrica, yo diría, necesitamos producir, por lo menos, diez.
Hoy Danilo y Leonel son nuestras columnas más fuertes, pilares de la herencia del Profesor Juan Bosch, yo apoyo a Leonel, pero más apoyo a mi partido, si Leonel decide retirar su candidatura, yo voy a apoyar a quien él apoye. 100% entregado a mi partido. Los adversarios, y con ellos, los cientos de medios públicos pagados, apuestan a que esta propuesta de modificar la constitución para apoyar la reelección de Danilo, será la razón de la división del PLD, y eso simplemente no puede ser así, somos una organización capaz de ajustarnos a las necesidades del momento.
La herramienta es el PLD, ambos, Danilo y Leonel, deben continuar buscando la fortaleza de sus columnas, pero sin olvidar que no quemamos los puentes después que cruza el rio, necesitamos que ambos inviertan parte de su tiempo en la preservación del partido. Sin el PLD no somos gobierno
Que no quepan dudas en la mente de nuestros valiosos compañeros y compañeras, y mucho menos en las mentes de nuestros adversarios, el PLD es una fuerza monolítica incontenible, nuestro respeto a la democracia nos permite enfrentarnos en proyectos presidenciables internos que se unifican en un equipo diversificado cuando tenemos que correr una campaña nacional. Y en la diversidad encontramos todo lo que necesitamos para triunfar.
El PLD es un partido de muchos líderes, de muchos proyectos, en el 2016 verán una nueva alianza de fuerzas compactas y sólidas, luchando hombro con hombro por nuestros líderes, nuestros organismos, nuestro partido y nuestro país.
¡Hasta la victoria compañeros!
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