Poema: Entre La Tiza y Mujer

Por Juan Fernández





Me enamoré de ella, como un infante perdido,
después de un baile alegre de pensamientos nublados;
su danza suave y delicada conjugaba verbos
en la corteza frágil de mis sentimientos
y caían hojas de otoño de los árboles más íntimos
de mi afanado intento de ilustración.

Su voz de perla corría por mi impasible piel,
como suave seda del lejano oriente, ella lo sabía y, además,
jugueteaba con sus más ávidas frases que ocultaban sus deseos,
creía yo, el ingenuo, ella, la más hábil de las expertas
seductoras, lo disfrutaba y sonreía.

Los demás la observaban con los mismos ojos de lujuria pueril
con que la veía yo, sus caderas trenzaban visiones
de ráfagas de vientos huracanados en mi cuerpo,
yo me dejaba llevar; ella, la guía versada,
usaba mis debilidades para lograr sus fines.

Sólo podía pensar en un millón de palabras indiscretas
para decirle cómo me sentía; pero en ese instante,
cuando casi tengo el valor de decirle mis más intrínsecos deseos,
sonó el timbre del receso y, por importante que fueran
cada unos de mis pensamientos, a mis once, mi vida está definida
por rebote de un balón y el sabor de un helado de fresa.


Poema: Hoy Es Mi Día

Por Juan Fernández




Despacio, como si arrastrara cadenas
se han deslizado fríamente de mi vida
los largos e inútiles, malgastados días
de explicaciones ridículas e innecesarias.

La vieja espuma gris de un ayer amargo
es difundida por el aire de un día nuevo
lleno de nuevas bellísimas  emociones
este nuevo día guarda nubes de lluvia,
estoy, como siempre, listo para vivirlo.

Persigo los pequeños pasos proyectados
por un andar silentemente protegido,
armado por decisiones dóciles y elocuentes,
aun me duelen las marcas en la espalda
de los latigazos de mis malas providencias.

Espero despabilado el relámpago del despertar
de un año desconocido, el fin de un arrastrado
conglomerado de dulces azucaradas memorias
y momentos celestiales que nunca cambiaría,
mezclado con pesares que hacen de mi existir
un manjar de sabor de espinas y rosas a la vez.

Desnudo mis pensamientos bifurcados y mi alma,
los visto de seda y aire de tinta de colores del futuro,
miro mi cuerpo y la corpulencia gastada de años
de descuidos me observa, me sonríe y a veces se burla,
“saludos querido amigo, otro día más en mi compañía”.
Y me rio. “Si has sido mi amigo por tanto tiempo…
sin dudas eres mi mejor amigo”.

Cierro los ojos y pienso en los míos, dueños de mi;
mis hijos, mi madre, mi padre, mi amada,
me pregunto si sus pensamientos se llenan también
de dolor cuando pasa un año más y aun no logran
las metas que se han trazado.

Las esencias de los momentos que vivo son regalos
y las bendiciones de un Dios que se que me mira todos los días,
que vive dentro de mí, comulgando de cada segundo mío,
viviendo la vida que yo vivo. Y me rio una vez má.

Cierro los ojos, tal mago en el mejor de los teatros
con la mejor de las audiencias,
me preparo para mi acto final…Ahora o nada.

Me pregunto  si después de despertar
algunas de mis dolencias desaparecerán
y rechazo el pensamiento,
no me llegarán este año más favores especiales,
estos últimos meses la vida me ha premiado
y he decidido que el resto de mis necesidades
no voy a esperar que Dios me las complazcas,
todo yo y nadie más.

A mi edad me siento en la mitad de mi sendero,
quizás no he caminado por el mejor de sus costados.
no he aprovechado sus largas calles descansadas y dóciles,
quizás a la mitad de este camino la vida me tendrá nuevas sorpresas,
pero hoy es mi día, y este día yo lo proclamo como uno victorioso.

Hoy yo soy dueño del mundo.

Poema: Pasos Perdidos

Por Juan Fernández



Caminando fiel con pasos medidos, lentos,
arrastrando rencores, como si fueran talones,
en una calle de ardores, sin aceras, ni asfalto,
con el fango seco de las lluvias pasadas.

Los pies descalzos, sucios, lleno de grietas,
gritando que por favor me detenga un rato,
mis pantalones triturados con el pasar de tus besos,
Mi camisa blanca, ahora gris, sin botones.
cosida con mis nervios, tejida con mis íntimos deseos.

El polvo tóxico de nuestras continuas experiencias
consumiéndose con el soplo de mis apagadas nostalgias.
Las cenizas de nuestra relación sopladas lentamente
por el viento muerto de nuestras noches de angustias
vuelan al compás de nuestras repetidas despedidas.

Y así como si nada, escurrida entre cenizas, te pierdo.

Poema: El Corazón No Espera

Por Juan Fernández





El corazón no se sienta a espera
la razón existencial de sus anhelos.

Llegaste a mi, como una tormenta,
sin la mas mínima muestra de pena,
sin sospechar nada, esperandolo todo.

Cuanto quisiera tenerte entre mis brazos
y vertir en ti mis alocados ardientes deseos.

Ayer, convertiste un simple abrazo
en el primer dulce paso de un lindo porvernir.

Ayer, convertise un simple beso de despedida
en una prueba de pasion y diste inicio a la espera
del próximo dia en que pueda ternerte entre mis brasos

No quisiera nunca olvidar como me siento hoy.
No quisiera nunca dejarde tener tus besos y tus abrazos
No quisiera nunca reirsin tener frente a mi tu sonrisa

Hoy, me siento que puedo tocar el cielo,
y fue solo por un beso.

¿Qué estas haciendo conmigo?
No respondas, pero por favor no pares.

Poema: En el Aire

Por Juan Fernández






















En mis grandes manos guardo
el sutil recuerdo de mil toques,
la razón de mil recuerdos.

En mis cálidos besos siento
el aire de tus más ardientes deseos,
y la experiencia del sentimiento.

En mi piel he grabado la memoria
de tus más íntimos deseos y gemidos
y el pedir silente de tus orgasmos.

En mi alma guardo las suaves palabras
que me gritas al oido.

En mi corazón, el nuevo y agradable
latir de la certeza.

En el aire que respiro vive la razón
de amarte, el simple hecho de ser.

El como, el porque, y el cuando
ahora, al fin, tienen sentido.

Gracias por conjugar toda una vida
en sólo uno de tus besos.

Poema: Si Pudiera Escribirte

Por Juan Fernández

















Si pudiera escribirte…
…te escribiría dulces poemas,
de aquellos que nacen de un cuento
y otras veces nacen de la nada,
de los inspirado solamente en tu sonrisa,
en tu mirada, en un te quiero.

Si pudiera escribirte…
…buscaría ciegas palabras mágicas
de historietas que no existen,
con ellas explicarte un sentimiento enigmático,
fuera de tiempo, de lugar y entendimiento.

Si pudiera escribirte…
…usaría pulcras metáforas escondidas,
extraídas de leyendas nunca dichas,
llenas de simbólicas muestras de amor,
que flotan en un mar de desconocidas caricias,
retocadas por parábolas de momentos actuales
dichas con palabras de un solitario antaño.

Pero temo que no te he dicho
todo lo que quiero exponerte,
mis pensamientos aun no tienen
el poder de materializarse,
dame tiempo,
y poder proyectarte en imágenes virtuales
todo lo que quiero expresarte.

Creo que nunca podré
escribir versos que puedan
dibujar el néctar mis besos
en cima calidad tus caricias,
o quizás, simplemente,
no soy el poeta que pretendo ser,
la musa que mi inspira nunca estuvo,
no fue mía.

Pero no es cierto.
¿Como puedo yo decirte
lo que significa para mi
el ser tu compañero y tu amigo?

Si pudiera de alguna forma
escribirte lo que siento,
estoy conciente que no puedo,
te diría que cuando me tocas
me haces caminar sobre las aguas,
pero eso lo han dicho otros tantas veces.

Cómo no puedo escribir,
simplemente quiero decirte…
… cuando me tocas…
el roce de tu piel me perturba,
el poder que mantiene mis células
coherentes se alborota,
la gravedad pierde pujanza,
floto,
me haces cuestionar mis razones de vivir,
el porque de mi existencia,
quiero decirte que con el simple
suspirar de tu aliento
me hace y me deshace.

Si pudiera escribirte,
dibujaría de mil letras tu figura
con la tinta de mis labios,
escribiría mil poemas de amor
sobre tu vientre,
llenaría de mí ser cada espacio
de tu cuerpo,
buscaría con mis inspiraciones
tus placeres más ocultos
te llevaría a cielo
para que desciendas en mis brazos.

De tu espalda haría el papel mas fino,
con el lino que emana de mis manos
cubriría tus pechos,
tu cuello, tus nalgas y tu pelvis.

En tu pelo enredaría mis plumas,
y en tu esencia de mujer
buscaría la musa.

Si pudiera escribirte
te diría más de lo que te he dicho,
pero como se que no puedo
simplemente quiero decirte…
…que te amo.

Dame razón para seguir amándote…
…simplemente respira.

Poema: Mujer

Por Juan Fernández

Estoy aprendiendo a quererte, mujer, por tus sonrisas,
por tus vivos ojos negros, mujer, también por tus caricias.

Quisiera tocar tu pelo, mujer, besar tu cara
y sentir que en cada toque de tu piel, mujer, me traes la calma.

Pero me tienes esperando, mujer, como preso por condena,
pero se que valdrá la pena por cada segundo en tus brazos.

Estoy aprendiendo a querer, mujer, tus tiernos besos
y el dulce toque de tu cuerpo, mujer, estoy esperando tener.

Esperar por tu primer beso, mujer, valió la pena
Esperar para hacerte mía, mujer, ¡Te tengo pena!

Me he revestido de paciencia por ti, por lo que quiero
porque una sola noche contigo, mujer, no es lo que quiero.

Una mujer, amiga, compañera, mujer, es lo que busco
Te quiero hacer mi todo, mujer, eres mi anhelo.

¿Que dices, me das un beso? Pero más que nada,
nunca dejes de darme tus sonrisas,

Poema: Presente, Pasado y Futuro

Por Juan Fernández









Duermo, como lo hacen los chiquillos inocentes,
con la música mansa de tambores y güiras,
con el vaivén rítmico de los brazos de la luna
y el respiro persistente y tibio del aliento
de cientos de ángeles guardianes de mis sueños.

Siento, como las abejas sienten el poder del polen,
entre aromas de rosas, claveles, azucenas y jazmines,
entre la corriente rupestre y fresca de la primavera
y las inaugurales noches intocables del invierno,
buscando indemnizar deseos y revelar confusiones.

Despierto, como despiertan las trémulas olas del mar
al precipitarse contra la roca dura e inmóvil de la costa,
consciente, cada vez más, de la realidad en que vivo,
observando el torbellino del millar de mis anhelos,
cubriendo en conocimiento, análisis y método, mí respiro.

Vivo, como viven las insubordinadas aves en el cielo,
libres de los pesares auto-inducidos de las cargas impuestas
por ignorancia, por los que no saben cómo vive mi gente.

Libre de ser lo que soy; dueño de mi presente, pasado y futuro.

Soy un pensamiento agitado encerrado en una burbuja a punto de detonar.


Poema: Contigo

Por Juan Fernández










Quiero inhalar, despacio, sin oscilaciones,
el aire sosegado que exhalan tus pulmones,
dejar que tus ansias descansen en mis hombros,
ver tu cuerpo delicado reposando en mis brazos
y que el oxígeno nos arrope en capas de ternuras.


Quiero expeler de mis entrañas, sin pensarlo,
una mirada a tus escenas más desconocidas,
perdidas entre el fuego de realidades dobladas
e ilusiones concretas de cielos y arcoíris perdidos,
desayunar en tus labios el pan divino de tus besos
y dormirme perdido en la calma de tus fantasías.


Quiero ganarme viajar mi último viaje contigo.
Poder cerrar los ojos por última vez, sin rodeo,
y confiar que me guíes, quizás lentamente y en silencio,
entre lejanos pensamientos de mundos inexplorados,
arrastrando los pies con el peso infinito del olvido.

Pero siempre, cada paso, feliz, contigo.