Porqué Fracasan los Equipos de Trabajo

Por Juan Fernández

Un equipo es un grupo de individuos que se unen para lograr una meta en común. Los más pragmáticos definen los equipos por su capacidad de acción, los idealistas por la definición de la meta, y los políticos triunfantes por la combinación de visión y acción.

La creación de un equipo de trabajo requiere de destreza. De saber poner la meta por encima de las preferencias personales; de la capacidad de ver mas allá de ahora; de pensar como un estratega y actuar como un experto del arte de la táctica. Los equipos no operan sin guía, los lideres enfocan sus energías en la creación de equipo que puedan operar independientes, pero como una unidad dirigida, no como una fuerza incontenible.

En mis cortos años he visto excelente equipos de trabajo, en el 2004, por ejemplo, bajo la dirección del compañero José Fernández, el PLD en Nueva York ganó las primeras elecciones presidenciales de la República Dominicana en al cual pudimos votar en el exterior. Los equipos de trabajo de Leonel, Danilo, Jaime David, y todos los demás, se alinearon con una meta en común; "el retorno del PLD al poder", ganamos en el primer boletín. Esto gracias a equipos de trabajo compactos y productivos. Yo dirigí el equipo técnico y fui en delegado ante la JCE, bajo la dirección de Gregorio Morrobel. La victoria fue arrolladora.

Pero he visto equipos "buenos" fracasar, tanto en mi trabajo, en mis proyectos personales y en los políticos también. Con el tiempo he notado patrones de conducta y carencias de liderazgo que han creado caos dentro de los pulidos grupos de personas.

Estas son mis observaciones;

Falta de Visión

Esta es, sin lugar a duda, la razón número uno por la que los equipos de trabajo fracasan. Cada equipo de trabajo tiene que crear una visión clara del porque existe, si no saben, si carecen de visión, van a fracasar, esta es la razón del porque seguimos líderes, por su capacidad de mostrarnos el objetivo y la vía.

Para lograr una visión que sirva como guía para el triunfo, "todos" los miembros del equipo tienen que estar involucrados en su creación, no es cosa de "bajar lineas", esa era la forma de hacer política en los tiempo feudales, en el siglo XXI, el triunfo se define por estrategias inclusivas, no por caciques sentados en tronos dirigiendo desde una cima estratosférica que no sirve de nada.

Carencia de Asumir Responsabilidades

Es imposible crear un buen equipo de trabajo, si lograr que los miembros entiendan su responsabilidad personal en el triunfo y/o el fracaso del cumplimento de las funciones. En los partidos políticos existe la falsa expectativa de que como los trabajos son, muchas veces, voluntarios, no tenemos la misma carga de responsabilidad que tienen aquellos que están recibiendo un sueldo. Esta es una debilidad que con el tiempo se convierte en una herida sangrante del equipo.

Cada miembro del equipo debe entender su rol, asumirlo, cumplirlo, y si siente que puede fallar, debe auto-criticarse, y pedir ayuda o  asumir otra responsabilidad que pueda cumplir.

Es una carencia de liderazgo dejar que personas incapaces operen dentro de un equipo que está preparado para cumplir con sus responsabilidades, este favoritismo es una falta de respeto a los demás, pero también una falta de consideración al individuo en si, que sin querer será un fracasado.

Conflictos entre los Miembros del Equipo

Los conflictos, o el tratar de evitarlos sin un método efectivo de resolución de conflictos, es la raíz de todas las guerras, disputas y malos entendidos. Cada persona es distinta y al integrarse a un equipo no se quitó su cabeza, ni cambió de personalidad. La diversidad, por su naturaleza de individualidad y diferencia, puede ser el más fuerte de los valores de un equipo, pero a la vez, sin medidas de control, puede ser la razón catalítica de grandes disputas.

Los conflictos son inevitables, pero con ellos se pueden crear los mejores equipos. Es importante mantener algunas normas de conducta que eviten escalar los conflictos minúsculos a grandes batallas, esta es mi formula;

Definir el conflicto, por ambas partes. Discutir el impacto en el equipo. Escuchar propuestas de soluciones. Acordar en revisiones/seguimiento para crear comunicación.

Los conflictos hay que tratarlos de inmediato, hay que permitir que los miembros expresen, sin interrupciones, sus razones, no debemos permitir que situaciones políticas se conviertan en personales, hoy Leonel y Danilo pueden ser dos opciones dentro del PLD, pero para el 2016 serán sólo una y unificaran todos los equipos bajo una sola meta. El secreto está en el respeto.

Por último, Carencia de Liderazgo

Los equipos "tienen" que tener claramente definido quien es el líder en cada situación. Muchas veces sabemos para quien trabajamos todos, en la macro visión, pero en nuestro día a día, en el micro, carecemos de la información básica de quien asume la responsabilidad de la accion a cumplir.

Por ejemplo, yo soy el encargado técnico del PLD en Nueva York, el manejo de la data y el soporte técnico para nuestros miembros es mi responsabilidad, es posible que José Burgos, el sub-encargado, asuma una tarea específica, y yo se que puedo contar con el, pero si yo no le proveo con la información y los recursos que necesita; las herramientas, el plan de trabajo, las fechas y las expectativas, es muy posible que fracase, y así fracasa el equipo técnico, si nosotros fracasamos, fracasa el equipo electoral, fracasa Nueva York, y fracasamos todos, perdemos las elecciones. Mi rol, como líder de ese proyecto es asumir, delegar y empoderar, cuando los de mi equipo triunfan, triunfa el equipo y triunfan todos.

Es VITAL, que cada estamento tenga definido claramente sus líderes, es posible que en una situación específica un miembro del Comité Central asuma una posición de liderazgo situacional por la necesidad del momento, pero todos debemos saber quien dirige un proceso, que espera de nosotros, cuales son las metas a cumplir y en que plazo de tiempo.

Si no estoy claro en uno de esos puntos, pregunto, pido explicaciones...yo he sabido ganar elecciones, también he sabido perdido, pero nunca he bajado la cabeza, como un fracasado, he cumplido con las asignaciones, estas son las experiencias que ahora llevo como medallas en mi pecho de mis guerras liberadas.

En mi corta experiencia he tenido que ser soldado, sargento y capitán, quizás, si sigo aprendiendo, llegue a ser un general, pero hoy, a un año, un mes, y seis días de las elecciones presidenciales, estoy puliendo y brillando mis espadas, arreglando mi uniforme y buscando los mejores soldados para la batalla que nos toca liberar. Mi equipo puede esperar de mi dos cosas;

Una, que daré el 100% de mi para ganar, y dos, que estaré con ellos en la trinchera. Y al final van a celebrar conmigo el dulce sabor del deber cumplido.

Hasta la victoria, compañeros.