Somos Círculos

Juan Fernández

Somos círculos abiertos de momentos
que vivimos en el segundo de presencia
que tenemos en este plano de existencia.

Aparecimos para pintar vetas de arcoíris
en el lienzo de los oleos de millones de historias
pinceladas en combinaciones increíbles
de colores extraordinarios.

Podemos ser artistas de nuestras propias actitudes
o convertirnos en un soplo invisible
en la tempestad del olvido.

Pertenecemos a una especie
de seres transitorios en el cosmo,
hijos del mismo polvo
que fueron construidas las estrellas
y en el último segundo, del último día,
del último mes nos transformamos en reyes
por un respiro.

Abramos el alma y aceptemos nuestro lugar
en el pestañar de este momento divino.


((Este mes concluye, con grandes retos, no podemos detener el proceso, necesitamos a cada mujer en nuestras vidas sanas y salvas, nos falta mucho por liberar, pero todos juntos. ¡Gracias por acompañarme en este respiro!))

Diosa única de mi destino

Juan Fernández

Circulan por mis poros,
haciéndome desistir de mis soplos,
tus tenues miradas pausadas, 
así, como pequeñas golondrinas,
acariciando cada célula
de mi piel hipnotizada,
hormigas escondidas
que caminan en mis años,
hoy, ya maduros.

Escudriño, en tus sentidos,
el camino diseñado
por los dioses del futuro,
yo que nunca creí en la suerte,
ahora, inocentemente,
profesando que naciste para mí,
que tu vida fue, intuitivamente,
entrelazada con la mía,
como si fuéramos una sola.

Observamos la mucha imaginación mía,
con un poco de burla.
Los años haciendo travesuras.

Abro mis arrojos y vuelo contigo,
en un cielo repleto de fortunas,
y me duermo, como un inocente crío,
respirando en el manantial de tus pechos,
donde guardo mis ilusiones,
como el tesoro escondido
de civilizaciones antiguas,
como si fueras de oro puro.

Diosa única de mi destino. 


((Este año, en EE.UU. se han diagnosticado 1,735,359 casos de cáncer y han muerto 609,640. El cáncer de mamas es el más común entre nuestras reinas. ¡Vamos a hacernos la prueba!))

Tu Café

Juan Fernández

Quiero ser el primer trago
de tus rutinas matutinas,
sentir que puedo morir
mil muertes en tu paladar ardiente,
vivir entre tus dientes,
saboreando el aliento
del amanecer de tu boca.

Quiero ver el mundo envuelto
en un sorbo de mi esencia
corriendo por tus labios,
descansando en tus papilas,
sentir que me respiras,
despertarte un poco más,
sabiendo que serás mía,
aunque sea por unos minutos
mientras me tomas,
como lo haces cada mañana,
en paz, en nuestras tazas de café.


((En RD puede costar más de $3 millones de pesos, al año por mujer, atender el cáncer de mamas, vamos a hacer todo lo que podamos para donar a las ONGs que ayudan la mujeres pobres del país.))

En Mis Mares

Juan Fernández

Vivimos en un piélago insondable
que no nos corresponde,
amos momentáneos de olas inusuales.

Somos como mantarrayas
planeando en el mar
de nuestras emociones.

Nos aferramos a cada sifón,
como si fuera el último huracán
de nuestras desnudas costas naturales
y nos sumergimos en fosas idílicas
sin medir donde acaban.

Entonces llegan tú y tus delfines,
como si fueras Neptuno
en un millar de caricias liberales.

La necesidad de morir
se me va a otros lares
y me llenas el océano de tus caudales.

Puedo vivir, para siempre,
en una sola gota de tus besos
y morir, en pequeñas muertes,
en el torbellino de tus caderas letales.


((El cáncer de mamas no es exclusivo de nuestras reinas, también los reyes deben revisarse. En EE. UU. 2,550 hombres son diagnosticados cada año. ¡Vamos, todos, a hacernos la prueba hoy!))

Todos Juntos

Juan Fernández

Somos, queramos o no,
la columna vertebral,
la espina dorsal,
de nuestro frágil mundo.

Todos juntos.

Quizás nos tome tiempo
entender que
cuando una hoja se nos cae
todo se desacopla.

La savia no circula
por su vía normal.

Nos hace falta el respiro,
se nos derrumban las lunas,
se nos acaba la lucha.

No existen ramas rotas
que no afecten el eje central. 

La brisa no suena igual
en un árbol desnudo.

Necesitamos cada mujer
y cada ser en esta guerra perpetua
que llamamos sociedad.


((La primera causa de muerte en mujeres de RD es el cáncer de mamas, tenemos que tomar acción para ayudar. La mujer pobre no puede hacerse estas pruebas, debemos ayudar, adopta una mujer de 35 a 50 años hoy y ayúdala a hacerse la prueba.))

Vientos

Juan Fernández

Eres el Céfiro de mis primaveras,
naces, suavemente, en las serranías
de mis pacíficas alboradas,
el aire que respiro.

Te acrecientas con la dócil brisa
enredada en tu pelo
y pernoctas en mis brazos,
como huracanes en las islas de barlovento.

Eres tormenta y tempestad,
tornado de mis sentimientos.

Vivo para dormir en tu viento
y despertar, cada mañana,
levitando en tus pechos.

Gracias por ser oxígeno libre,
cuando muchos luchan
por ser esclavos de moléculas
inútiles e inservibles.



((Una mujer muere cada 3 minutos debido al cáncer de mamas. ¡Vamos a hacernos la prueba!))

Detrás de tus Miradas

Juan Fernández

Se me ocultan los crepúsculos
detrás de tus miradas,
siento miles de alondras
volar en el firmamento
de tu cautelosa espalda.

He aprendido a disfrutar
tu sublime mutismo voluntario,
apretando los labios,
entendiendo que es tu elección
la forma de decirme que me amas.

Cada mañana,
cuando abres tus ojos
y permites que mi sol salga,
me miras en silencio
y distribuyes los filamentos
de mi alma.

Puedo ver nuestras vidas
dibujadas en tu aliento,
en cada palabra apreciada
que se escapa de tus senos,
en cada sabor apacible
que me tomo de tu ombligo
y en el vaivén rítmico de tus caderas.

Enmiendo los retazos de mi cosmos
en tus brazos
y se me van contigo los pensamientos.

Amarte reconstruye y da sentido
a todo en mi universo.


((Más de 2 millones de casos de cáncer de mamas serán detectados este año. ¡Vamos a hacernos la prueba! ¡La detención a tiempo ayuda!))

Nos Desarman

Juan Fernández

Caminamos compartiendo
   el polvo de nuestra piel
   con cada ser que nos toca.

Algunos, sin uno querer,
   se llevan montañas,
   nos dejan rotos.

Otros, cuando uno más quiere,
   no se llevan ni una fécula,
   nos desarman.

Vamos dejando huellas,
   escritas con nuestras acciones,
   o la falta de ellas,
   en alfabetos que,
   muchas veces,
   ni nosotros mismos entendemos.

Pero la vida,
   de vez en cuando,
   tira los dados,
   parece que vence el azar,
   se nos alinea la suerte,
   nos sentimos que ganamos.

Reímos juntos,
   nos llenamos de melodías
   que pocos escuchan
   y compartimos con un ser especial
   la música de nuestras almas.

Compartimos el todo,
   esperando nada,
   desaparecemos, felices,
   convertidos en polvo.

(Las mujeres más afectadas por el cáncer de mamas, están en la franja de edades comprendidas entre los 41 y 50 años, representan el 26%. ¡Vamos a hacernos la prueba hoy!)

Mi Roca

Juan Fernández

Guardas, corazón,
la magia y la ilusión
de la constancia y firmeza
de una roca vital
en la zapata de mis otoños.

Tienes, en tu testa,
mil retoños
de pensamientos cautivos
que nacen imprevistos,
sin ninguna señal,
en los momentos más oportunos.

En tus ojos vivarachos,
juguetones,
puedo ver el reflejo brillante
de un millón de anhelos
a punto de  florecer
en todo lo que propones.

Eres una, entre pocas,
que sabe armonizar
la belleza de inspirar
con el esplendor de tus pasiones.

Camina, pequeña gigante,
con los pasos seguros,
que al lado mio, lo juro,
podrás reclamar el mundo
como conquista del reino de tu futuro.

Eres roca en un valle de arena,
única entre todas las cosas.



((Alrededor de 40,920 mujeres morirán de cáncer de seno este año, solo en EE. UU. Saberlo a tiempo puede ayudar. Te necesitamos aquí, en el mundo de tus sueños.))

Universo Interior

Juan Fernández


Vamos por la vida
buscando en lo externo
lo que solo puede existir
en nosotros mismo;
amor, sosiego, soporte y,
más que nada, paz.

Tomemos unos minutos,
todos los días,
para contemplar nuestras bendiciones
y luchemos por buscar el amor propio,
los demás valorarán nuestras almas
cuando sientan
que somos uno con el universo.



((Octubre: Mes de conciencia sobre el cáncer de mamas))

Vuela al Olimpo

Juan Fernández


Cómo puedo ayudar a tu vuelo,
reina de mis cielos
y ave de mis arcoíris.

Quisiera seguir ayudando
a tu ascenso al monte de tus olivos,
donde desde tus nubes
puedas ver los dioses del Olimpo.

Eres vida, inspiración y dicha,
tú que has sabido llevar,
en tus hombros,
el mundo que a muchos otros aplastaría. 




((Octubre es el mes contra el cáncer de mamas, no dejes de hacerte un chequeo. Si necesitas ayuda, dime, te necesitamos aquí, sana y fuerte, ayudándonos a volar como solo tu sabes hacerlo.))

Octubre 2018: Campaña Cáncer de Mamas

Juan Fernández


Cada mujer es un templo divino,
capaz de albergar en ella un universo.

El cáncer de mamas ha cobrado
más vidas de lo que debe.

Quisiera apoyar en todo lo que puedo
a las reinas que rodea mi vida;
información de cómo lograr hacerse las pruebas.

Me ofrezco como me necesiten.
Vamos a cerrar este mes con un examen
a cada mujer que conocemos.

Miradas de Arcoíris

Juan Fernández


Ella es arte,
con solo un respiro.

Ella es vida,
con solo un pensamiento,
de su vientre brotan firmamentos.

De su alma
nacen el cantar de aves
y se anidan los deseos más profundos.

Sus miradas conjugan arcoíris.



((Vamos a trabajar para que cada mujer en nuestras vidas, mayor de 40 años, se haga el examen para detectar el cáncer de mamas))

De Cabezas

Juan Fernández


Puedes ponerla de cabezas
con tu toque de respeto,
llevarla a la gloria,
cada día,
con la dulzura de tu olfato,
convertirla en la musa de tus sueños
con tus apasionadas miradas,
escucharla,
entenderla,
orientarla,
saborear cada uno
de sus más recónditos
sabores celestiales,
degustar el néctar de la esencia de su ser.

Vivirás en la gloria de su Edén
y serás eterno, como los ángeles y querubines,
danzando en las nubes de sus besos.



((Este mes de octubre asegúrate de apoyarla para que juntos vayan a hacerle la prueba para el cáncer de mamas. Ella se lo merece. Diosa.))

Nuestras Decisiones

Juan Fernández


La vida está llena
de momentos especiales
que no pueden ver los demás,
aún así existen,
nos marcan,
nos moldean,
nos hacen ángeles o demonios.

Meditamos,
en cada cruce,
nuestras decisiones,
bendiciones o castigos,
y vivimos con ellas,
las arrastramos
como si fueran adornos o estorbos.

Este mes enfócate en la prueba del cáncer de mamas, asegúrate que todas las mujeres de tu vida lo hagan. No podemos seguir perdiendo esta batalla. ¡Decide Hoy Vivir!

Duerme Pequeña Gigante

Juan Fernández


Se disuelven,
lentamente,
en tus manos mis dolores
y se me esconden
los pensamientos
hasta llegar al silencio
que solo vivo en tus brazos.

En tus hombros,
fuertes,
apoyo cada respiro,
como si fueran pesados,
provocando el olvido
de mis días cansados.

En tus pechos me pierdo
y evoco la voz del Divino,
te abrazo y te consumo
en pequeñas miradas.

En tu vientre corro,
como cuando era niño,
por el simple placer
de escucharte reír,
y me duermo,
contigo tocando mi espalda.

Eres una diosa
postrada en mi cama,
y te veo,
y te admiro,
y me pregunto,
que hice tan bien
en mis otras vidas
para merecer ser parte
de tus anhelos.

Duerme Pequeña Gigante,
que en mis brazos forjaré tu reinado.



((Este mes dedícale un minuto a las mujeres que amas y acompáñalas a hacer la prueba del cáncer de mamas. Las reinas nunca deben estar solas, al menos que ellas lo quieran.))

Eres Todo

Juan Fernández


Eres el balance perfecto
de mi vida, corazón,
con tus besos
yo me siento ser el amo
y señor del universo.

Eres agua,
eres tierra,
eres luna,
eres sol,
tú conjugas cada verbo
imperfecto
en mis tiempos de pasión.

Eres sombra,
eres lluvia,
eres aire,
eres luz,
en tus pechos tomo,
directamente,
de la fuente de la vida
y el manantial eterno del amor.

Gracias por ser
y dejarme respirar
en el aliento de tus días.


((Este mes debemos asegurarnos de apoyar a nuestras damas a hacerse las pruebas para detectar el cáncer de mamas. ¡Ellas lo van todo! ))

Somos Polvo

Juan Fernández


Somos delicado polvo,
sacados de los átomos
de hermosas estrellas
que se esparcieron
por el firmamento
millones de años perdidos.

Fuimos creados
para ser dioses efímeros,
a la igual y semejanza
de un ser divino.

Nos friccionamos
en pequeñas moléculas
de miedo y nos olvidamos
que el plan de Dios
es que fueramos eternos.

Pero somos polvo
y en polvo nos convertiremos.


(( Ayuda al plan divino revisando tus senos y haciéndote el examen para detectar el cáncer de mamas. Te necesitamos entera, diosa de nuestro universo.))

El Universo en su Alma

Juan Fernández

La magia está
en ver el universo
a través de su alma,
tratar de entender
cada luna,
cada planeta,
cada sol.

Contar las estrellas
en cada una de sus sonrisas,
dejarla volar cuando abra sus alas
y perderte en las nebulosas
de sus miradas.

Acompáñala en sus momentos
de preocupaciones y estrés,
el cáncer de mamas,
detectado a tiempo,
se puede manejar,
si has disfrutado
del paraíso de sus pechos,
asegúrate de estar con ella
cuando se haga la prueba.

((El Memorial Sloan Kettering en Harlem lo hace gratuito y sin pedir documentos de identidad. Si eres mayor de 40 o si en tu familia alguien ha padecido de cáncer de mamas, ¡haz la cita hoy!))

Tu Siervo por Siempre

Juan Fernández

Quiero beber,
como el ser más sediente,
cada gota que emana
del manantial de tu vientre.

Ser la copa donde viertes tu vida,
la suave escala donde mides tus besos.

Quiero ser la brisa que entra tu pelo,
tocar tu cráneo con mis dedos,
dormir enredado en tu cuello,
lamer cada gota de miel
que sudas, mi negra.

Quiero ser la alfombra donde caminas,
tú,  mi reina, yo, siervo de tus respiros,
por siempre.

((Desde 1989, la cantidad de mujeres que mueren por cáncer de mama ha disminuido a un ritmo constante gracias a la detección temprana y las mejoras en los tratamientos. ¡Vamos, el siguiente paso es tuyo!))

Atrapado Entre Respiros

Juan Fernández (c) 2018

Viajo, como lo hacen las luciernagas en las noches de verano, tratando de llevar mi luz entre árboles oscuros de dos islas. Una, perenne, el centro de mis raíces, la otra, parte de algo enorme, dueña de mi sudor y mis días más pesados.

En pleno vuelo, se me esconden las alas de mi aguila, y nacen las verdes de mi cotorra salvaje. Mis garras de cazador las transformó en uñas de caricias y esplendor. Mi grito, despertador de libertad de una nación de perpetuas tareas, en cantar de once millón de sonrisas, que llevo enredadas en el alma.

Mientras toco las nubes, siento el negro de mis luchas diluirse en el colorido de mis montañas bañadas por las olas de mis mares. El tricolor de mis pies, botas de nieve convertidas en chancletas blancas, rojas y azules. Arrastrando el repicar de tamboras, acompañadas de timbrar de cada perforación de una güira metálica que me dice...¡Bienvenido a tu país, mi hijo!

Cierro mis ojos ciudadano de un mundo y despierto en otro, rehén voluntario de mis costumbres, cada poro respirando jobos y tamarindo. Busco en el firmamento, escondido entre los rayos del sol, el momento donde se transfigura mi espiritu, donde dejo atrás los cereales de los ingleses y añoro el desayuno de las viandas de mis taínos.

Veo los rascacielos de metal y cristal cambiar en el horizonte, en el medio, desgarrando mis extremidades, sostengo las partes mejores de dos mundos, lágrimas tatuadas en el palpitar de mi ombligo. Un mundo, donde nací, nadando en el capitalismo, el otro, de donde vienen mis orígenes, ilusionados con lo mismo. Ambos perdidos, sin entender que somos gotas en el océano que nos divide, que destrozan lo único que vale la pena, nuestra cultura.

Viajo para tejer las partes que se me desgarran cada día. Las horas en el aire, gastadas viendo como los demás tratan de hacer lo mismo, creando universos con nuestros respiros, contando los minutos, escondidos en un trago de alcohol y la ilusión del vaivén de unas caderas caribeñas. Nos vamos con sístoles de una cultura prestada por Washington y regresamos con las diástoles de los sueños de Duarte bañadonos las espaldas.

Nos vamos con taquicardia, volvemos con el corazón partido.

Somos ciudadanos de dos mundos, entendidos, lamentablemente, por ninguno. En cada vuelo dejamos un poco de nosotros en el aire, así, en contra de nuestra voluntad, en el lomo de nosotros, los ausentes, nacen las ramas del árbol de un millar de  esperanzas y de nuestro sudor nacen los arcoíris.

Mis dos países viven en mi, yo soy un poco de ambos. Yo soy dominicano para los gringos y extranjero para los míos. Atrapado entre respiros. Flotando entre dos mundos. En los pulmones me nace una bachata mezclada con un blues.

Soy Dominico-Americano. Yo soy yo.


(Escrito en un vuelo de Jetblue, comiendo papitas azules, soñando que en unas horas me comeré un mangú.)