Poema: En Mis Huesos


En Mis Huesos
Por Juan Fernández




Se me termina el tornasol negro del esfero, 
y el antracita gris del lápiz se me carcome,
y agonizo en pedazos podridos de puntos,
y retorno, sin querer, a la edad de la piedra,
se acaban los pliegos blancos, y el oxígeno,
y las agallas no me destilan los sentidos.


Se me suspenden en el aire los pensamientos
y no encuentro como disponer de las letras
para expresar claramente lo que siento,
y me desmayo en segmentos de comas,
y las manos se me revierten en tripas,
los ojos, como camaleones, me delirar,
y la boca se me sella, sin dejar cicatrices,
y dejo de oler, otra vez, el sabor del sonido.

Se me escapan, como lentas liebres, las ideas
y los ideales se me vuelven rutina caídas,
y me entierro en fragmentos de sangrías,
cubierto por completo de gusanos y lombrices,
se me van entre las raíces y la tierra los deseos,
y los oídos, que no apaciguan, se me cierran,
y las miradas frías de las manos son castigos.

Se me caen las alas y me ahogo en angustias,
mis pulmones, parlanchines, dejan de discutir,
y mi chiflado corazón ya no emana lava ardiente
de mis más recónditas atormentadas ilusiones,
y, sin muchas emociones, desaparezco en recortes.

¿Vivirán en otras mentes iluminadas mis anhelos
y mis deseos quedarán cubiertos en mirra y oro?
Soñaran despiertos en veladas mis sueños idos,
y respirará mi aurora su último respiro ciego
y desde el más allá haré del polvo de mis huesos
el mensaje eterno de nunca dejar de luchar.

Quizás, quien sabe, cada frase acabe en silencio
y las oraciones estridentes dejen de tener sentido
y los versos no los pueda completar, aun así...
buscaré la forma desde el cielo o el infierno de decirte:
"Continúa, no te detengas, eres astro de luz enardecido
en este infecundo cosmos de tinieblas”.

¡Piensa, analiza y, vive!

Pensamiento: Arcos y Pirámides

Arcos y Pirámides
Por Juan Fernández

En la arquitectura, el arco es usado para distribución de fuerza y peso, es una estructura de construcción firme y estable, basado en la perfecta posición de un elemento central, la clave, que permite a todos los elementos asumir una responsabilidad correspondiente a la posición en la estructura. Su contra-parte, la pirámide, es una estructura basada en el soporte lineal del peso, los elementos de la base reciben mucha más responsabilidad de la carga que los de arriba, y la punta superior, ninguna.

En la política, estas estructuras también existen, los líderes que pueden aprenden a distribuir el peso de la responsabilidad entre todos sus elementos, se convierten en el “arco” estable del que nos podemos apoyar y soportar el peso de proyectos, retos, amenazas y prevalecer a través del tiempo.

Con los arcos políticos, como en la arquitectura, se pueden construir puentes que nos unan, cúpulas que nos protejan, y portales capaces de resistir terremotos y vicisitudes políticas que destruirían a otros. Estos arcos políticos fundamentan su comportamiento en el principio de “Unidos Somos Más Fuertes”.

Existen arcos desde hace miles de años, tanto en la arquitectura como en la política. En los últimos años nuestra República Dominicana ha experimentado un poco de todas estas estructuras; círculos, que nadie sabe cuál es el norte o sur; pentágonos, que, aunque fuertes, uno no sabe quién es quién; columnas, que, por no tener compañía, son débiles y de cualquier golpecito se desploman; pirámides, fuertes, pero aplastantes; y desde luego, arcos.

La pregunta mágica es; ¿Cuál necesitamos en esta etapa del desarrollo político del país? ¿Cuál puede garantizar que en los próximos 100 años nuestro país sostenga un crecimiento medido que nos posicione en un mundo competitivo cuando nosotros no estemos?  Sabemos que queremos UN ARCO, pero te reto a que cuestiones tus líderes

Las pirámides son duraderas, aunque aplasten su base, no olvidemos que estas fueron construidas como tumbas, no como lugares de progreso.

Mide tus pasos, analiza tus metas y únete a líderes que te ayuden a ser más fuerte, los arcos. El tiempo no te perdonará que hayas perdido tu tiempo siguiendo personas sin visión ni metas.

PIENSA.

Poema: Pensamientos de Lombrices



En el abundante norte de las calles más despintadas
de una ciudad fétida, bruna, que no es tuya,
donde por las noches sempiternas de un verano vil
te ocultas de la rabia de una masa de regaños inclementes,
esperando que la mañana de un sol frío, de pena, te salude.
Quizás, sin deber, que se olvide de ti, sin que te cobre
por el consumo esencial del aire que respiras.

En los márgenes del extremo sur de tus pavimentadas,
glaseadas, mugrosas, anchas y transitadas avenidas,
donde las luces primordiales de la existencia no llegan,
pero la iluminación de una pantalla plana te castiga,
donde los carros no se detienen y finges que no existes,
donde las lágrimas secan y los quejidos mudos son osados,
se mueven al compás de los ritmos más alegres
de una bachata sin música ni letra, llena de sueños muertos
y una salsa bailable de caderas clandestinas del olvido.

En tus laterales limitantes del espacio de una urbe crispada,
en este emporio gris y fosco que dices que es tan tuyo,
rellenado de ilusiones vendidas que te tragas cada día,
como el maná que te arrojan dioses falsos en migajas.
Constelaciones de soles decorativos de esperanzas lejanas,
de planetas terrenales exóticos, y lunas que no existen.
De campitos verdes surreales y miles de vírgenes reservadas,
con las que fantaseas cada día, sueños tocados e incoherentes,
que no te dejan crecer y deponen imperecederas cicatrices.

Por ignorancia universal no te unes a una causa con sentido,
ni te entregas a un pensamiento con metas específicas,
ni eres parte de nada, con una mente caminado al precipicio,
sonámbulo existencial, vagabundo bien vestido,
personaje cómico de una sátira del teatro de tu vida.
Perdido entre dos mundos, ciudadano de ninguno,
medido por un voto carísimo de burlas y sonrisas,
carente de conciencia de masa y razón colectiva.
Llenando, de vez en cuando, urnas repletas de castigos.
Escudriñamiento de tontos, de bolos y coludos, sin sentido,
marcando las caras de los arlequines escogidos del momento.

Busca en las cuadriculadas calles de tu metrópolis soñada
las razones por la que te mereces estar vivo, o suicídate,
para que no te extraigan del jardín como a un gusano cualquiera,
que ha dejado que la inconsciencia lo convierta en lombriz,
cuando nació para, con los años, convertirte en mariposa,
con alas de habilidades, y antenas endiosadas de conocimiento.

Sueña con ser parte de algo más grande que tú mismo,
y despierta en la realidad de que ya eres ente de una comunidad
que te necesita.

Poema: Sueños de Nada


Duerme en mí, 
fragiles canciones locas y silentes 
de llamados inútiles a la conciencia, 
de irresistibles sonidos, mudos, raros
que se desvanecen solos en el éter.

Ritmos dulces escodidos en nobleza,
en los bemoles de mil deseos
y notas brillantes de auroras boreales 
en el ecuador de mi existencia.

Duerme en mí, 
corazón de pétalos formados de sol,
como Duermen los pensamientos
en las mentes de mi buena gente, 
que transitan buscando glorias muertas, 
en la soledad perpetua de sus sueños.
Sueños de otros sueños que nunca llegan, 
en una realidad dormida que no existe.

Duerme en mí, 
curiosidad primitiva, incansable e infinita, 
respira el dolor del aire que respiro, 
lamenta el sudor cálido de mis lamentos, 
la pasión de mis profundos sentimientos, 
despierta del sueño en esperanzas palpables, 
de metas trazadas en acciones tangibles,
y  el ardor vivo, que te queme, en la sangre 
de despertar de una vez el pensamiento.

Duerme en mí, aprende, analiza e intenta,
o muere en sueños en tu ataúd de lamentos.