Poema: Rieles del Olvido

Rieles del Olvido
Juan Fernández



Flotando, alegres, van los espectros
que guían a ciegas nuestros destinos,
parece que no saben compadecerse
de las lágrimas de los honestos míos,
saltando sin ruta alguna entre los pétalos
de una flor moribunda de la luna nueva,
como obesos obscenos querubines caídos
de un nirvana obscurecido de pesadillas,
que trenzan con sus infantas alas de algodón
emociones dinámicas de un paraíso lejano.

Minutos atléticos que corren sin destino,
segundos imperecederos antes de la alborada,
cúmulos perpetuos de inmortales desafíos;
techados manchados gravoso que no nos cobijan,
que, como burbujas de jabón, se desvanecen,
entre los dedos de dólares del nuevo interesado tío, 
alimentos decaídos saturados de lombrices,
tratando de convencernos que no existen,
la huella de platos aun sin lavar en el lavabo,
manjar exquisito de flacas moscas y hormigas,
en una cocina de cenizas esquelética que respira
sus últimos fríos, frágiles y asquerosos respiros.

Un sol que nunca calienta, pero sabe cómo castiga
con correctivos firmes de pretinas de condenas,
que brilla sobre los rieles de un tren que corre a ciegas,
alimentado de leña sacada de la piel de mis negros
y sudor amargo y seco, cansado, de mis coterráneos,
del cielo nos caen las estrellas que nos aplastan,
como asfalto plateado de carreteras y castillos,
somos reemplazados como si fuéramos piezas
de una antigua locomotora conducida por un niño.

Vivimos modificando contantemente un juego de gusanos,
cuando nacimos para cristalizar en monarcas mariposas.

Abre tus alas, aunque sepas que te las van a cortar. Respira.